Los blogs que lee Letizia

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Saturday, March 31, 2007

La mano de Dios en Palacio



Cuanto más embarazada estoy, más preocupaciones me asaltan. La cocinera Ángela lleva una semana diciéndome que falta comida de la gran despensa de Palacio.

-Alguien se está sobrealimentando, Princesa.

Sinceramente, pensé que era ella la que comía lo que no encontraba. Es una alemana alta como una torre y gorda como un tonel. Jamás estaría en mi casa si no tuviera enchufe de doña Sofía.

-También faltan mil quinientas botellas de vino de la despensa, Princesa.
-No querrás decirme que nos roban, cocinera Ángela.
-Podría ser, Princesa.

Le pedí a mi doncella Maripuri que buscara el paradero de las botellas con las cartas del tarot.
-Eso no lo miro, mi Princesa.
-¡Obedece si quieres cobrar este mes!
-Ya me pagó el Príncipe.

Mi Felipín es un desastre. Paga los sueldos al servicio antes de finalizar el mes. ¿Y ahora como le obligo a Maripuri a buscar las botellas perdidas?

El único que conoce sus secretos es el contable Juan. Fui a su despacho y lo encontré con una botella de albariño en la mano mientras con la otra mano tecleaba números. Tan contento estaba, que cantaba el "tengo una muñequita con vestido azul" a pleno pulmón.

-¡Contable Juan! ¡Calla!
-¿Desperté a la infanta Leonor?
-Estuviste atracándonos.
-No, Princesa. El vino y las pizzas las esconde Maripuri en el edificio administrativo para que el Príncipe no acabe como Maradona.

¿Cómo no lo habría adivinado? Mi doncella Maripuri es la mano de Dios que mete los goles en Palacio. Pero una cosa es ponernos a régimen y otra, muy distinta, matarnos de hambre y abstemia.

Thursday, March 29, 2007

¿Cuánto cuesta un café?




Mi doncella Maripuri anda por todo el Palacio preguntando cuánto cuesta un café. Le dije mil ciento veintidos veces que a mí nadie se ha atrevido a cobrarmelo desde que me casé con mi Felipín.


-La Familia Real tiene café gratis total, Maripuri.

-Pero, aunque no se lo cobren, debe saber el precio, mi Princesa.

-Hay tantas cosas que desconozco, Maripuri... Si hablamos de precios, tampoco sé el precio de la vivienda, ni el tipo de interés, ni cuanto cobran por un litro de gasolina.

-¿No sabe el precio de la vivienda?

-No, Maripuri, mi Felipín y yo no somos clientes de las inmobiliarias, recurrimos al Patrimonio Nacional cuando necesitamos casa.


El contable Juan dice que él conoce todos los precios. Nos da una lección rápida de economía fácil. ¿Cómo es posible que a este hombre no le cuadren nunca los balances con todo lo que controla? Misterios de la contabilidad o del marketing o de alguna ciencia de esas.


-¿Qué hace esta revista entre tus facturas, contable Juan?

-¡Déjela, mi Princesa!


Mi doncella Maripuri me la quita. Es el ¡Hola!. Insisto. Tengo que verla. Si me critican, hablaré con los servicios jurídicos de Zarzuela para que se querellen por alta ofensa a mi Real persona.


-Sale la primera es del Príncipe -me informa el contable Juan.

-¿Isbel Sartorius? Es agua pasada. Pobre. Mi Felipín ya no se acuerda de ella, sobre todo desde que yo entré en su vida por la puerta de la Almudena.


Maripuri pone cara de alivio. ¿Pensaba que me iba a disgustar ver a la novia eterna en el ¡Hola!? ¡Qué poco me conoce! Yo respeto las promociones de las chicas casaderas. Supongo que le pagarían bien la exclusiva.

Wednesday, March 28, 2007

Preparativos para el parto



Preparar el nacimiento de una infanta lleva tiempo. No se pueden dejar cabos sueltos. Lo principal es renovar el contrato con la empresa yanki de congelación de cordones umbilicales de sangre azul. Nos cobra un pastón. No sé como vamos a financiar tan alto coste si ZP no amplia nuestra asignación presupuestaria.

-¿De dónde podemos sacar ingresos extra, contable Juan?
-Con una hipoteca inversa, Alteza.
-El piso de Vicálvaro no da para tanto.
-Me refería al Palacio Real, Alteza. El banco Santander le dará a usted una renta mensual vitalicia que empezará a pagar la infanta Leonor cuando sea coronada Reina Reinante de los restos de las Españas.

Mi doncella Maripuri, muy peleona ella, no está de acuerdo. Ella no permite hacer una hipoteca inversa sobre el Palacio Real por muy deshabitado que esté.

-Los banqueros son unos usureros, y Botín es el peor de todos. ¿Sabéis cuántos beneficios obtuvo el año pasado?
-No nos importa, Maripuri -decía el contable Juan.
-¿Cómo que no nos importa? Son los dueños del país y a ti no te importa. Si yo fuera Presidenta del Gobierno, los metía en las mazmorras del Palacio Real.

Les dije que se dejaran de discusiones. Yo necesito dinero para congelar el cordón umbilical de mi segunda hija, y ellos no me aconsejaban un producto financiero seguro.

-Ese cordón hay que donarlo a un banco público, mi Princesa. Dé usted ejemplo, recuerde que fue votante de Izquierda Unida cuando se le permitía votar.
-No me hables de tiempos remotos, Maripuri.
-O dona usted el cordón umbilical de la siguiente niña infanta o fundo el Partido Republicano de Derechas.
-Ya existe, Maripuri: es el PP.
-Será, pero no ejerce. Mi partido proclamará la República afrancesada de España.

¡Dios nos libre! Fui a despertar a mi niña Leonor. La congelación del nuevo cordón umbilical la van a pagar mis súbditos, mucho más generosos que Maripuri. Ellos comprenden que la sangre azul se congela y no se comparte.

Monday, March 26, 2007

Cambio de hora



Una hora adelantada causa estragos en la gente. Mi doncella Maripuri adelantó la hora varias veces, provocando el caos en Palacio. El reloj de campana de la sala de audiencias empezó a dar campanadas a las dos de la mañana. Yo no le hice caso, pero mi Felipín, tan responsable como siempre, bajó en pijama y zapatillas. vio las ocho de la mañana y corrió a vestirse.

-Ay, Leta, que no llego a tiempo al desayuno.
-Nadie te come las magdalenas, amor.
-Los Reyes son puntualísimos.

Querría decir el Rey, porque doña Sofía siempre llega media hora tarde para desayunar sola una mezcla de café, té y pitillo americano.

-Estamos sin servicio doméstico, Leta. El desayuno lo está sirviendo Maripuri.
-Dile que no me traiga nada. Aún no recupere el paladar después de las tostadas quemadas del otro día.

Cinco minutos más tarde llegaron a mis delicados oídos los gritos de Su Majestad en la Zarzuela Vieja. Me incorporé en la cama más dormida que despierta. Había llegado la III y don Juan Carlos estaba amotinado en su despacho. Allá él y todos los Borbones, menos mis hijas la nacida y la que viene, yo me iba.

-Maripuri, ven a hacerme las maletas.
-¿A dónde va, mi Princesa?
-De momento a Asturias, después ya veré si es mejor marchar para el extranjero. No, querida, la ropa de mi Felipín déjala en el armario. En el exilio no necesito marido, tendré que ganarme yo las habichuelas.
-¿Se encuentra mal, Alteza?

No podía encontrarme mal. Necesitaba todas mis fuerzas para sonreír a los republicanos que me iban a abuchear a la salida de Palacio. Empecé a ensayar la sonrisa de Princesa. Maripuri ponía cara de espanto.

-¿Tiene dolores de parto, mi Princesa? ¿Ha roto aguas?

Mi Felipín llegó corriendo. Gritaba Lucrecia, Lucrecia,... ¿Tendría amante? Le llamé infiel y se calló.

-¿El Príncipe es infiel? Pensé que era cristiano, católico, apostólico, romano, español, madrileño, europeo,...
-Calla, Maripuri. Tú no entiendes nada.
-¿Está naciendo Lucrecia, Leta?

Suspiré aliviada. Había olvidado que mi Felipín ha decidido hace meses llamar a nuestra segunda hija infanta Lucrecia. Aún no me es infiel.

-Mucho han madrugado, Altezas.
-Llegas tarde, contable Juan.
-Creo que no, Princesa; son las ocho en punto. ¿Cómo está este reloj en las diez de la mañana?

Maripuri escapó de puntillas. Es una cobardica. Causa un desorden horario y no tiene el valor de dar la cara. Como siempre, tendré que disculparla yo.

Saturday, March 24, 2007

La Play3

 
 
 Mi Felipín compró la PlayStation3. Quiere hacernos adictos a los juegos virtuales, pero no lo va a conseguir. Yo mi tiempo libre lo dedico a la lectura de las obras completas de Larra, mi doncella Maripuri y el contable Juan son lectores de blogs, la cocinera Ángela pierde el tiempo mirando los programas rosas de la tele y el jardinero Jordi lee libros de jardinería.
 
 -A Leonor le gusta la Play, Leta.
 -Aparta ese cacharro de tu Heredera, Felipín. ¿La quieres echar a perder? Mi niña será una gran lectora.
 
 Mi doncella Maripuri consulta sus cartas. dice que los únicos libros que ve en el futuro de la Infanta son los Códigos Civil y Mercantil.
 
 -¿No ves el Código Penal? -le pregunta mi Príncipe esposo.
 -El Código Penal se derogará en la segunda legislatura de Zapatero, gracias a la Alianza de las Civilizaciones.
 -Eso quiere decir que no habrá delitos -reflexiona mi Felipín con cara de filósofo moderno.
 
 Se vuelve a enganchar a la Play. Es como un niño. Yo me desespero. He intentado en vano convertirlo en lector, y no he conseguido que lea otra cosa que no sea el "Marca".
 
 -Han llegado los primeros jugadores, Alteza.
 -¿Qué jugadores, contable Juan?
 -He puesto un anuncio en "el mundo" para alquilar la Play y así amortizar el coste.
 -Mi Felipín juega solo. El coste de la Play ya lo hemos pagado con los impuestos de nuestros leales súbditos.
 
 Tuvimos que poner la Guardia Real en la puerta de Palacio. Los leales súbditos querían llevarse la Play. ¿Qué tendrá para causar pasiones?
 



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Friday, March 23, 2007

El regalo del día del Padre



A la Zarzuela no ha llegado la primavera, llegó el frío. Miss Jane tiene que sacar a nuestra infantita al jardín disfrazada de niña esquimal.

-Mi Princesa -me dijo Maripuri-, a la Infanta no le pasa nada por quedar una semana dentro de Palacio. Es una imprudencia dejarla salir.
-La niña tiene que salir, Leta. En casa nos vuelve locos. Toca todos los documentos importantes con los dedos untados de nocilla.

No sabía a quien hacer caso. Felipín es mi marido y padre de Leonor, pero mi doncella Maripuri tiene mucha experiencia de vida trágica. Piensa una calamidad y se cumple el desastre anticipado por sus pensamientos.

Le prohibí a la institutriz inglesa sacar a mi Leonor de paseo.

-No le dé nocilla, miss Jane, que mancha las leyes del Reino.
-Le daré un bocadillo de chocolate.
-Tampoco. Leonor babea el chocolate y echa a perder los Reales Decretos con las huella dactilares.

Finalmente le dimos de merienda yogur de plátano y galletas María. Mi infantita tomo el yogur sin protestar, pero las galletas no hubo forma humana de hacerselas comer. Yo temblaba. La niña me iba a coger una anemia, que es mucho peor que un catarro por frío.

-Si comes las galletitas te concedemos un deseo, Altecita -le dijo Maripuri.

Mi niña, que es listísima, dijo que comía todas las galletas María si su papá se ponía la corona. Mi Felipín empezó a decir que no. ¿Cómo que no? Leonor le hizo una corona de papel pintado, con la ayuda de miss Jane, para el día del Padre. Si quería que su papá se coronara, yo misma le ponía la corona. Corrí a buscar la corona de cartulina pintada y se la ensqueté a mi Felipín.

-Sólo la aguanto hasta que Leonor acabé de merendar, Leta.
-No la puedes quitar, amorín.
-No estoy para bromas, Leta. El Rey me espera para comentar la situación política de la Patria.
-Tengo un antojo: quiero que me sirvas la cena coronado.
-Voy a despedir a miss Jane por enseñarle a hacer coronas de papel a mi hija la Infanta.
-Si me permite Su Alteza ....

El contable Juan dice que la clausula de rescisión del contrato de todos los empleados de Palacio incluye una entrevista en el programa de Ana Rosa Quintana. Mi Felipín me pide dos horquillas para sujetar la corona regalo del día del Padre. Prefiere hacer el ridículo en Palacio a provocar un escándalo fuera.

Wednesday, March 21, 2007

Ley de igualdad



Voy a imponer la ley de igualdad en Palacio. Hablé con ZP y me dio todo su apoyo moral, lo cual es muy importante para mi.

-A partir de hoy, yo haré sola la mitad de las inauguraciones -le dije a mi Felipín.
-Ya las haces, Leta. Me acompañas y sonríes mientras yo leo los discursos que escribimos a medias.
-Estoy harta de ejercer de Princesa florero. Yo leeré los discursos.
-Se lo tengo que consultar a Su Majestad, Leta.

Todo le tiene que consultar a Su Majestad. Lo que daría yo por tener un marido feminista como Zapatero. Se ocuparía de la familia, no viajaría, y estaría siempre en casita.

-¿Es feminista el contable Juan, Maripuri?
-No, mi Princesa. Juan está muy contento por haber nacido hombre.
-Ay, Maripuri, que no te enteras... Un hombre puede ser feminista o machista. Los feministas defienden la Ley de igualdad.
-La igualdad la tenemos que defender nosotras, alteza.

Mi doncella se remonta a los tiempos de Adán y Eva. Dice que habría que reclamarle a Dios que los hombres parieran. Nosotras tendríamos niñas y ellos niños.

-Eso es imposible, Maripuri.
-Será posible, Alteza. La ciencia avanza en esa dirección. En el futuro nos reproduciremos por clonación, naceremos en una incubadora, nos apadrinarán los médicos, no tendremos enfermedades, no moriremos,...
-¿Eso sale en tus cartas o sale de tu imaginación?
-Lo dice la baraja española y lo confirma el tarot.

Si no voy a morir nunca, seré reina hasta el Juicio Final. Empiezo a ensayar el primer discurso importante que pronuncie en solitario gracias a la Ley de igualdad de ZP. Mi doncella Maripuri me anima con sus aplausos.

-Leta, dice el Rey que no puedes leer mis discursos.
-Haré lo que mande Zapatero.
-Recuerda que el Rey es el Jefe de Estado.
-Tranquilo, Felipín. Seguiré haciéndole la reverencia genuflexa a Su Majestad mientras espero la llegada de nuestro reinado para imponer yo misma la ley de igualdad.

Empiezo a soñar. ¡Qué bien suena Su Majestad la Reina Letizia I! Entonces leeré el 99,9% de los discursos, inauguraré todas las grandes obras de la Patria Plurinacional, iré a manifestaciones de no a la guerra, recuperaré la memoria histórica, dividiré el territorio nacional en minireinos que heredarán mis hijos descendientes, nombraré a ZP Presidente vitalicio de la Confederación Republicana Letiziera,... ¡Qué fácil es soñar!

Monday, March 19, 2007

Sabanas pancarta



Este sábado mi doncella Maripuri ni fue a la manifestación del PP ni anduvo por ahí regalando banderas de España. Estuvo haciendo limpieza general con la ayuda del contable Juan.

-La infanta Leonor tiene demasiados juguetes, mi Princesa.
-Nunca son demasiados, Maripuri.
-Mil doscientas barbys son una barbaridad. Yo regalaría mil ciento noventa y nueve a los niños que me fuera encontrando por la calle.
-Ni se te ocurra, Maripuri.

¿Por qué mi doncella será tan propensa a regalar lo que no es suyo? Esta mujer cree que el Palacio de la Zarzuela es Hacienda somos todos para pillar.

-Leta, el Rey está furioso. Marichalar fue a la manifestación del PP en Navarra. Quiere convocar el Gabinete de crisis de la Familia.
-¡Pobre Elena! ¿Se van a divorciar?
-Me refería al Marichalar cuñado.
-Entonces no es para tanto. Dile al Rey que se tranquilice.

Mi Felipín no dice más. Pone las imágenes de la manifestación que nos han enviado los espías del Reino, en el televisor panorámico.

-Esas son las sábanas de la habitación de invitados.
-¿Qué dices, Maripuri?

Mi doncella señalaba las grandes pancartas que llevaba Marichalar cuñado. Había escrito "Navarra is Spain" en las sabanas que nos mango la última vez que lo hospedamos en Palacio. Para que te fíes de la familia monárquica. O te salen carlistas o se vuelven peperos sin arreglo.

Saturday, March 17, 2007

Fuera ceros en la ESO







Estas últimas semanas de embarazo estoy trabajando mucho. Además de ir a todas las inauguraciones, ayudo al contable Juan en sus farragosas cuentas después de leer las nuevas leyes que envía ZP a Palacio para que las firme Su Majestad.

Ayer encontré en el fajo de papeles una Orden Ministerial que suprimía el número cero. ¡Cuánto trabajo para el pobre Juan! Me senté en su despacho y empecé a borrar los ceros del libro diario. Ya estaba acabando con las anotaciones del mes de enero, cuando llegó el contable Juan maldiciendo al alcalde, a las obras, a los obreros, al inventor del hormigón,...

-Comportate, contable Juan -le dije-. Si llegas tarde al trabajo sólo tú eres culpable del retraso. Levántate a las dos de la mañana, sal a las tres de casa y llegarás puntual.
-¿Qué está haciendo, Princesa?
-Borrando los ceros. Ya no existen. ZP reformó las matemáticas.

El contable Juan empezó a dar saltos. Se había vuelto loco. Una reforma de nada lo exaltaba.

-¿Qué ocurre, mi Princesa? -preguntó Maripuri, siempre preocupada por su novio.

-El contable Juan tiene un ataque de nervios porque Zapatero le quitó a las matemáticas los ceros.
-¿A las matemáticas? No, alteza, sólo se los quitó a los alumnos de la ESO. Fijó el peor suspenso en el uno.

Había que volver a poner los ceros en las cuentas de Palacio. Le deje la tarea a Maripuri, ella tiene muy buena mano para los números. el contable Juan dejó de dar saltos cuando vio lo fácil que resulta poner ceros.

Thursday, March 15, 2007

Sesión de fotos

revista hola

Estamos actualizando las fotografías oficiales. La Familia ha aumentado y seguirá aumentando, los años pasan, vienen las arrugas, el botox, el Photoshop,... No somos nadie. Quieres detener la felicidad en el tiempo y el tiempo te arruga.

Los Reyes necesitaron dieciocho horas para volver a retratarse, mi Infanta un paseo con sus primos,... ¿Cuántas horas necesitaré yo? Se lo pregunté a mi doncella Maripuri.

-Cinco minutos de maquillaje, mi Princesa.
-Tus cartas andan averiadas, Maripuri. Nunca me maquillo en menos de una hora. Dos horas más necesitaré para ensayar el posado. Tres horas para colocar a mi Felipín en la instantánea. Cuatro horas son imprescindibles para hacer reír a Leonor.
-La Heredera del Heredero tiene que salir seria.
-¿Por qué, Maripuri?
-Porque las reinas no sonríen hasta que las coronan.
-Entonces mi niña no se reiría hasta los cincuenta años. ¡Qué aburrimiento!
-La gente seria es muy divertida, mi Princesa, hacen reír a los demás.

Empiezo a comprender porque le gusta el contable Juan a Maripuri: la hace reír. Me asalta una duda.

-Contable Juan, ¿cuándo empezarás a reírte tú?
-Cuando estos dichosos balances cuadren sin necesidad de hacer chanchullos.
-¿Chanchullos?
-He incluido la factura del fotógrafo en la partida de comida para perros.

Empiezo a pensar que los perros llevan la culpa de un gasto que no los beneficia y siento pena.

Wednesday, March 14, 2007

Recorte de sueldos



Mis súbditos me aman. Cuando les comuniqué que mi doncella Maripuri había dejado la Zarzuela sin banderas me enviaron enseñas de España y de todas las autonomías. Ahora tenemos más banderas que sábanas.

Solucionada la emergencia, me pude centrar en una idea mía que nunca me atreví a poner en práctica hasta hoy: recortar el sueldo del personal masculino para igualarlo al sueldo del personal femenino.

-Van a protestar, Leta -dijo mi Felipín, siempre preocupado por la paz social.
-Tranquilo, amor. Hablé con los sindicatos y no hay problema.
-¿Cándido Méndez y José Hidalgo también se van a reducir sus salarios?
-Ellos no sé lo que harán, pero tú cobrarás un cuarenta por ciento menos que me llevaré yo.
-Entonces no nos igualamos, Leta.
-Te quito el complemento de antigüedad.
-Como quieras. Todo queda en la misma casa.

Lo que no quedó en la misma casa fue el arreglo económico que le hice a mis sirvientes. Los hombres se amotinaron en la cocina. Decían que no comíamos hasta que pagáramos todos los complementos.

-Hasta mañana no salen, mi Princesa -decía Maripuri-. Quedamos sin cena.
-La Infanta no aguanta dos días sin comer.
-en las cartas sale que resiste el hambre como una heroína.
-No digas tonterías, Maripuri. Los niños necesitan tomar seis comidas al día para no olvidarse de comer.
-Querrá decir cuatro, mi Princesa.
-Cuatro de día y dos de noche son seis.
-La cocinera Ángela fue a comprar potitos. La Infanta no los quiso. Y los amotinados se negaban a salir de la cocina.
-Vamos a tener que decírselo al Rey, Leta. Llamalo tú.

Mi Felipín prefiere que sea yo la que le dé las malas noticias a Su Majestad. Yo prefiero decírselas a Zapatero. Lo llamé.

-No, Alteza, aquí no pueden venir a cenar. Tengo los quince cocineros en huelga y estoy haciendo una tortilla de patata para la familia.
-Sólo le pido que prepare dos biberones para la Infanta.
-Que se los prepare el Príncipe.
-Tenemos la cocina cerrada por los amotinados.

Finalmente ZP me solucionó el problema. Nos envió un cheque para igualar los sueldos femeninos y masculinos. El contable Juan comprobó que no era falso y anunció el fin del motín.


Monday, March 12, 2007

Viajando con los de la manifestación



Maripuri y el contable Juan van a acabar con nuestra Monarquía Republicana. Mi doncella tiene ideas de quinceañera irresponsable. Por amor se hacen disparates, pero subirse a un autocar de manifestantes del PP y acabar en Murcia, sólo se le ocurre a Maripuri.

-Mi Princesa, envíenos un coche oficial -pedía por teléfono.
-Llama por la otra línea, Maripuri, el 444 es para emergencias de la Patria.
-Estamos en una emergencia, Alteza.
-Os estuvo bien por ir a una manifestación de la derecha con todos los ultras.
-Envíenos rápidamente un coche a Murcia.

Le colgué el teléfono. Por mí como si quedaban a trabajar en los invernaderos los dos. Doncellas las hay a miles y contable ni te cuento.

-Leta, faltan todas las banderas de España de Palacio.
-¿Las llevó algún huracán?

Felipín dice que el hombre del tiempo no anunció huracanes. ¿Quién las llevó entonces?

-No quiero ser un chivato, mi Princesa -dice el jardinero Jordi-, pero he de decirle que su doncella Maripuri llevó las banderas a la manifestación del PP.
-Ay, Leta, ZP va a proclamar la República cuando vea nuestras banderas por la tele.

Mi Felipín llora. Todos los coches oficiales los llevó el Rey a no sé qué cacería. Finalmente encuentro un taxi para que el jardinero Jordi vaya a buscar a Maripuri y a su enemorado a Murcia.

Llegaron a las tres de la mañana. Mi Felipín tenía fiebre de tanto esperar.

-¿Traes las banderas, Maripuri?
-No, mi Princesa. Se las regalé a una señora de Murcia que viene a todas las manifestaciones de Madrid.
-¿Y quién eres tú para regalar las banderas de España?
-Soy española.

Si no fuera una echadora de cartas tan buena, además de doncella, la despedía. Ahora tendré que llamar a Móncloa pidiendo nuevas banderas.

-Alteza, podemos colgar unas cuantas sábanas en los mástiles.
-A ti es a quien vamos a colgar, Maripuri.
-No, mi Princesa, eso no lo permito yo -dice el contable Juan. Maripuri sólo quería llevarme a Galicia, y se equivocó de autobús. Nunca he estado en Galicia.

Me emocioné. ¡Eso sí que es amor! Quisiera dejar de ser princesa por un día para llevar a mi Felipín a Asturias en un autobús de manifestantes peperos.

Saturday, March 10, 2007

El baile de Maripuri



La fiesta de Maripuri era total. Mi doncella bailaba descalza. Yo la miraba y no sabía si aquello era la danza del vientre, un pasodoble, un tango, o una sevillana extraña. Unos músicos despeinados tocaban el amor brujo. Si Falla los hubiera visto, los decapitaba allí mismo.

-Bienvenida, mi Princesa.

¡Tierra trágame! Me miré y me vi con bata y camisón. No estaba vestida ni para contar un chiste malo.

-Que bote, que bote la Princesa -gritaron los invitados de Maripuri, todos tan futboleros como ella.
-Cántale a la Princesa -dijo Maripuri.

¿Quién me iba a cantar? ¿Un músico desmelenado?... Pero si el cantante era el contable Juan...

No me pude contener. Yo aquello lo bailaba. Agarré al jardinero Jordi y bailamos todas las canciones de Sabina que cantaba el contable Juan. Maripuri seguía con sus bailes extraños.

En esas estábamos cuando llegó mi Felipín con traje militar y la niña vestida de princesita. Parecía Isabel II. Grité:

-¡Viva la Reina!
-Leta, recuerda quien eres.
-¡Calla!
-Déjame hablar.
-Soy yo la que te digo que me dejes hablar. Aquí hay fiesta, si te quedas bailas, y si no quieres bailar, para casita con la Infanta.

Mi Felipín obedeció a medias. Se sentó en un sillón con la niña y esperó a que acabara el festejo de Maripuri, con paciencia de esforzado esposo.

Friday, March 09, 2007

Día de la Mujer Trabajadora




Mi doncella Maripuri celebró el Día de la Mujer Trabajadora con una gran fiesta en el Palacio de El Pardo. Quería hacerla aquí, pero le expliqué muy clarito que no estoy para fiestas.

-Viene a cantar Sabina, mi Princesa.
-No digas mentiras, Maripuri. Una doncella del Palacio de la Zarzuela no puede pagar el caché de un cantante famosos.
-Para usted cantará gratis.

Yo a Maripuri no le hago mucho caso. Es muy revolucionaria; de derechas centradas, pero revolucionaria.

Nos acostamos a las nueve y a las doce nos despertó nuestra infantita. Lloraba como si vinieran todos los republicanos de Madrid a destronarnos. Mi Felipín se arrodilló delante de la cuna.

-¡Coge la niña! -le grité.
-Sí, Leta, sí.
-Hay que consolar a Leonor, no rezarle.
-Sí, Leta, sí.
-Si me dices "sí, Leta, sí" otra vez y no coges a tu hija en brazos, pido el divorcio.

Siempre tengo que amenazar a mi Felipín con el divorcio para que cumpla con sus obligaciones de padre y esposo.
-¿No oyes ruidos extraños?
-Son los invitados de Maripuri en El Pardo.
-El Rey nos va a desheredar, Leta. Cuando se entere de la fiesta en El Pardo, no nos salvamos de su ira.
-¡Acuna a la Infanta!
-Dice mamá.

No aguanté más. Me puse una bata y me fui para la fiesta de Maripuri. Era el Día de la Mujer Trabajadora. Felipín si no sabía acunar a nuestra hija, que llamara a doña Sofía. Mi niña además de mamá dice abuela, papá, abuelo, seré reina y todas esas cosas que le enseña su institutriz inglesa miss Jane.

Wednesday, March 07, 2007

Un colegio para la Infanta



Tengo el Palacio sin servicio. Después del desayuno desaparecieron todos. Llamé a mi Felipín para darle la mala noticia.

-No te preocupes, Leta. Un cocinero del ejército vendrá a hacernos un rancho.
-Nada de cocineros del ejército, cariñín. Manda a los GEOS a buscar a mis sirvientes.
-Tú mandas, Leta.

Tardaron media hora en encontrarlos. Maripuri se bajo del furgón policial con una carpeta más grande que ella.

-¿Qué traes ahí, Maripuri? -le pregunté.
-Los documentos de inscripción de la infanta Leonor en el colegio.
-Matriculación -la corrigió el contable Juan.
-No entiendo.
-Hemos matriculado a la Infanta en un colegio público de Vallecas.
-¿Un colegio público? Ni se te ocurra, Maripuri. Mi niña irá a un colegio privado, religioso, católico, bendecido por el Papa, inaugurado por los Reyes, concertado por el Gobierno de ZP y...
-Y nada, mi Princesa. La Infanta asistirá a las clases de un colegio público de Vallecas rodeada de multiculturalidad y bajo la alianza de civilizaciones. Si quiere clase de religión, llame a monseñor Rouco. Están sin profesora y el arzobispado aún no encontro una profesora o profesor bien casado, sin amante, con algún matrimonio previo anulado por la Rota y confirmado en la Fe cuarenta veces.

El contable Juan me entrega un papel con sus cuentas.

-En la enseñanza pública se ahorra mucho dinero -dice.
-Peñafiel dará la noticia en un artículo de cuatro páginas en "el mundo" -insiste Maripuri.

No quiero oír más. Soy progre. Maripuri es una anarquista de centro. No comprende que los progres somos la izquierda millonaria.

Monday, March 05, 2007

¿Va a la guerra mi Felipín?



Una periodista nunca deja de serlo. Enciendes el televisor y te viene ganas de introducirte en la pantalla. ¡Lo bien que leía yo las noticias censuradas por el PP! Cuando terminaba el telediario, gritaba ¡Viva Izquierda Unida! Urdaci tenía que tomar un valium para no soltar una palabrota.

-El Príncipe va a la guerra, mi Princesa.
-Maripuri, no digas tonterías.
-Lo dijeron en la BBC.
-¿Y qué haces tú mirando la BBC? ¿Me lo quieres decir? ¿No sabes que ZP nos obliga a ver sólo televisiones españolas?
-Yo no voto a ZP, mi Princesa.
-Aunque no lo votes le debes lealtad. Es tu Presidente.
-Antes muerta. Será el Presidente de Sónsoles.
-No razonas, Maripuri.
-¿Cuándo marcha el Príncipe para Afganistán? Tengo que pedir vez ante el Cristo de Medinaceli para que Su Alteza vaya a rezar por la suerte de su esposo en las duras batallas contra las tropas de Bin Laden.

¿Era cierto? Corrí sobre mis tacones de quince centímetros hacia el despacho de mi Felipín.

-Tú no vas a ninguna guerra.
-Suéltame, Leta, me asfixias.
-Eres un hombre casado, con una hija que casi no te conoce y otra hija que aún no te ha conocido. Bin Laden no me dejará viuda.

Mi Felipín me tranquiliza. Es el príncipe Harry de Inglaterra el que va a la guerra. Por ese que rece Maripuri si quiere.

Thursday, March 01, 2007

Superhamburguesas




Me horrorizó ese niño inglés obeso. La madre lo echó a perder. A los niños hay que dejarlos hambrientos. Un poco de hambre no mata a nadie en el Primer Mundo.

En Palacio nadie es obeso. Todos los días hay menú vegetariano. Miss Jane, la institutriz de la Infanta, fue siempre vegetariana, mi Felipín come lo justo, el jardinero Jordi sólo come ensalada, de mis suegro el Reyes no hablo, de doña Sofía tampoco,... ¿se me olvida alguien? Ah, sí. Maripuri y el contable Juan. Esos dos no tiene remedio: son carnívoros. Mi doncella es adicta a los filetes de animales matados y el contable devora bocadillos variados que le prepara la cocinera Ángela.

Detesto a la cocinera. Si no fuera por doña Sofía, la enviaba al paro sin indemnización.

-Mi Princesa, tenemos inspección. La ministra de Sanidad está revisando la cocina -dice Maripuri.
-¿Un virus? ¿La comida caducada? ¿Corre peligro la salud de la Heredera del Heredero?
-Tranquila, mi Princesa. La ministra sólo busca hamburguesas XXL.

Siempre que buscas encuentras. La ministra Salgado encontró varias cajas de comida basura. Le dije que tenía que ser alguno de esos regalos que nos hacen. Cosas de marketing. La ministra llamó a ZP y le pidió permiso para hacer una investigación más profunda. No podía permitirlo.

-La Constitución prohibe acusar a la Familia Real de un presunto delito.
-Sólo el Rey no está sujeto a responsabilidad -dijo la ministra.
-Si me permite, mi Princesa...
-¿Sí, Maripuri?
-Las hamburguesas son mías. Se las vendo a las visitas.

Casi me desmayo. Al servicio no lo puedes dejar sin control. Montan una carnicería en el mismísimo palacio de la Zarzuela.

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