Los blogs que lee Letizia

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Thursday, November 20, 2008

Cumbre del G20




Gracias a Dios y a Sarkozy, nuestro Presidente consiguió una silla en la reunión de la refundación del capitalismo. España estará en Washington con una bolsa de millones para los banqueros y para todo capitalista en peligro de pobreza. No podemos permitir un rico venido a menos. Lo dice mi Felipín siempre:

-Los ricos se suicidarían, Leta. No saben vivir como pobres.

Se me encoge el corazón. Soy algo católica, y creo que el catecismo prohibe el suicidio y hasta lo castiga con el purgatorio. Le pregunto a mi doncella si ve algún banquero español viviendo en el purgatorio.

-Mi tarot sólo predice el más acá, mi Princesa. Y en el más acá, me sale crisis, paro, inflación y depresiones por no tener un trabajo remunerado.

Zapatero llama a Su Majestad para pedirle ideas para el nuevo capitalismo.

-Rajoy quiere una bajada de impuestos, pero no lo voy a contentar, Majestad. Soy un socialista que sólo acepta ideas progresistas.

Su Majestad le propone becar a los nietos de Botín.

-Sé que el presidente del Banco Santander está haciendo un esfuerzo para pagarles los estudios a los nietos en EEUU en estos tiempos de crisis.
-Tenemos que pensar en la tercera edad también, Majestad.

Don Juan Carlos propone regalarle un viaje del IMSERSO a la duquesa de Alba.

-La pobre Cayetana viajó con su novio a Italia por no poder permitirse una estancia en Benidorm como el resto de jubilados españoles.

Yo no entiendo nada. ¿Se ha acabado el socialismo? ¿No existe el comunismo? ¿Van a trabajar los pobres para los ricos? Mi Felipín, en cambio, ya entiende el nuevo capitalismo.

-Consiste en prohibir la pobreza, Leta. Alegra esa cara, mujer. No seremos pobres. Nuestras hijas seguirán educándose en Santa María de Los Rosales.

Zapatero está feliz. Lleva una mochila cargada de ideas. No podrán decir en América que en España no hay gente lista.

-Obama va a quedar con la boca abierta.

Y allá se fue. Espero que se sienta cómodo en la silla del frnacés Sarkozy. Yo no me sentaría en una silla que no pusiera España ni loca. Soy orgullosa.

-Usted no diga nada, mi Princesa. Deje que hable doña Sofía -me dice Maripuri.

Mi doncella sabe que mi afán de justicia no tiene cura. Si por mí fuera, los banqueros no llevaban ni un solo euro de los Presupuestos Generales del Estado.

-El capitalismo me trae sin cuidado. Soy roja.
-¡Leta -exclama mi Felipín.
-Roja y comunista.
-¡Leta, por favor! Piensa en nuestras hijas. ¿Quién las va a mantener?
-De momento las mantiene Hacienda.
-¡Leta!
-Y a ti también te mantiene Hacienda, Felipe. Y a mí. Y a tus padres. Y a tus hermanas.

Mi Felipín dice que debo estar embarazada. Sólo así se explicaría la hipersensibilidad que me produce el nuevo capitalismo.

Tuesday, November 11, 2008

Ganó Obama




En mi Palacio brindamos con cava catalán a las cinco de la mañana, nada más saber que Obama sería el presidente de los Estados Unidos de América. Allí estábamos todos ante el televisor: yo con los dedos cruzados, mi Felipín dormido, doña Sofía rezando y Su Majestad leyendo la prensa del día anterior.

-Voy a llamar a Pilar Urbano -dijo doña Sofía tras el brindis-. Necesito hablar, sincerarme, hacerle unas confesiones que vosotros no entenderíais porque no sois tan católicos como ella.
-Ni se te ocurra, Sofi.
-Juanito, por favor.

Su Majestad sigue enfadado. Dice mi Felipín que su padre jamás se había puesto tan furioso como cuando vio a Doña Sofía abriendo los telediarios.
-Temo que se separen, Leta -me confesó-, y tienen setenta años, una edad incompatible con el divorcio aceptable por cualquier hijo.

El día de la victoria de Obama no hablaron de divorcio, sólo brindaron y sonrieron por separado. Doña Sofía miraba a mi Felipín y don Juan Carlos miraba una fotografía de Zapatero que tenemos enmarcada sobre la chimenea del salón.

-El negro recibirá al Presidente -dijo doña Sofía.
-Se dice chico de color, mamá -la corrigió mi Felipín.
-¿Es negro o no es negro? -insistió la Reina.

Mi Felipín no la volvió a corregir. Cree que es mejor que dejemos hablar libremente a doña Sofía para que no tenga necesidad de sincerarse con Pilar Urbano.

La Reina habla mucho, y cada vez más. Le gusta la política más que a Manuel Fraga su escaño de senador por Galicia.

-Necesito hablar, Letizia, expresarme, decir lo que pienso. ¿Sabes que Juanito contrató una dama de compañía para mí? ¡No la soporto!

Conocí a la dama de compañía hace un par de días. Es una mujer autoritaria, con cara de inspectora de Hacienda, pelo cortado a estilo paje, mirada fría y voz de ordeno y mando. Se llama Maripili.

-Soy monárquica -me dijo nada más verme.
-Ya somos dos, hija. Yo quiero ser la Reina de España.
-De momento, ostento el título de duquesa de Parla con grandeza de España.

Casi me desmayo. Le pregunté a mi doncella si tal disparate era cierto.

-Sí, mi Princesa -me confirmó Maripuri-. Su Majestad la nombró duquesa de Parla.

Doña Sofía no la acepta. Mi suegra cree que cuando el marido contrata una dama de compañía para ti lo hace para tenerte entretenida.

-Peñafiel tiene razón: Juanito me sigue poniendo los cuernos con una aristócrata en Suiza. Ojalá me hubiera casado con el padre negro de Obama.
-Sería usted viuda.
-No, no, estaría casada con un segundo marido. ¿Segundo o tercero? ¿Cuántos maridos lleva la madre de Obama? Tengo que llamar a Pilar Urbano.
-Ahora tiene una dama de compañía, Majestad. Hable con Maripili. Yo hablo mucho con mi Maripuri.
-Voy a hacerte caso, Letizia. Tú me pones a pie de calle.

Doña Sofía y su dama de compañía hablan de Obama en la misma salita en la que mi suegra recibía a Pilar Urbano.

-Estoy pensando en adoptar un niño negro, Leta. El mundo está cambiando y España merece tener un infante negro -me dice mi Felipín.
-Tienes obamanía, Felipe. Olvídalo, anda. Ya bastante nos fastidió la herencia tu madre confesándose en un libro escrito por una periodista del Opus Dei.

Ha pasado una semana y Obama sigue en los telediarios. Lo envidio. Él consiguió ser presidente de su país y yo no soy más que una "negra" de mí misma. La Corona de España me parece inalcanzable a corto plazo.





Monday, November 03, 2008

Cumpleaños y libro

 
 
 
 Estos días anduvimos de cumpleños y de polémica. Doña Sofía cumplió 70 años a lo grande, abriendo los telediarios y poniendo al colectivo homosexual en pie de guerra.
 
 -Yo sólo hice lo que me aconsejaste, Leticia -se excusó-: practicar la libertad de expresión. ¿Por qué no iba a decir que soy contraria al matrimonio homosexual si así lo pienso?
 -Has dejado de ser una profesional, Sofi -le dice Su Majestad-. Nuestro hijo tiene más difícil llegar a ser Felipe VI ahora. Los gays no lo apoyarán.
 
 Mi Felipín está asustado. Le aterra que nos reciban con silbidos en las inauguraciones.
 
 -Me vienen ganas de no trabajar nunca más, Leta. Vas a tener que leer mis discursos.
 
 Doña Sofía dice que nos es para tanto. Siempre hubo descontentos. Ahora, por lo menos, contamos con el apoyo de la derecha.
 
 -En la COPE les chifló que sea antiabortista, contraria a la eutanasia y defensora de la familia tradicional. Rouco me felicitó por mi valentía.
 
 ¿Menuda valentía! Doña Sofía estaba guapa calladita. ¿Cómo vamos a ir mi Felipín y yo a Chueca de compras? Su Majestad me prohibió emitir un comunicado a favor del matrimonio homosexual.
 
 -La Familia Real sólo tiene una opinión -me dijo.
 -Mi opinión no coincide con la de doña Sofía.
 -Ocúpate de las Infantas, nuera. Mi nieta Leonor se está echando a perder con ese móvil que le regaló Felipe por su tercer cumpleaños.
 
 Mi doncella ve en su tarot manifestaciones en conra de la Monarquía.
 
 -La III llegará el Día del Orgullo Gay y Zerolo será el Presidente.
 -¿Qué será de mí, Maripuri?
 -Debe insistir, mi Princesa. Dígale a Su Majestad que abdique.
 
 Así lo hago. Doña Sofía no se lo permite. Ella quiere que se grite "ha muerto el Rey, ¡viva el Rey!"
 
 -Yo no tengo prisa, Leta -dice mi Felipín.
 -¡Pues yo sí! ¡Quiero ser Reina!
 -Lo serás, Leticia -me asegura doña Sofía-, igual que lo fue aquella amante de Napoleón que se casó con el primer rey de Suecia.
 
 La niñera Rafaela se nos pone del lado de los gays.
 
 -Soy transexual y defiendo a los míos. La ciudadana Reina tiene que pedir perdón.
 
 Cristina opina lo mismo. Pidiendo perdón se arregla el asunto.
 
 -Yo no quiero que me llamen facha en Barcelona, mamá. Hay que enviar un comunicado a la prensa diciendo que la Familia Real apoya a los gays.
 
 Elena aprovecha para hablar de lo suyo.
 
 -Quiero anular mi boda sevillana y lo voy a hacer. Necesito un divorcio definitivo para ser feliz.
 -Recuerda que soy contraria al divorcio, querida. Así se lo dije a Pilar Urbano. Sólo puedes regresar con Jaime o permanecer en le cese temporal de convivencia -le dice doña Sofía.
 
 Jaime Peñafiel llama sin cesar. Quiere una entrevista con doña Sofía. Según Peñafiel, doña Sofía debe hablar de sus crisis matrimoniales.
 
 -En mi vida admitiré que fui una esposa cornuda -murmuró doña Sofía.
 
 Por una vez estoy de acuerdo con Peñafiel: doña Sofía, en vez de sermonear a los gays, debió airear sus problemas matrimoniales. Es mejor estar en la prensa rosa que en los telediarios.
 
 
 

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