Las Olimpiadas se han acabado tras un concierto inacabable y regresamos a la crisis y a los parados. El martes Su Majestad recibe al presidente Rajoy. Espero que este hombre que nos malgobierna se digne a darles a los parados sus 400 euros. Es capaz de no hacerlo y, en consecuencia, meter la hambruna en el país.
Estoy tan disgustada con el PP como lo está mi doncella Maripuri. La pobre sigue en su casa cuidando a su pobre madre sin ninguna ayuda por parte de la Ley de la Dependencia.
-No me dan un euro, mi Princesa. Por eso sigo viniendo por La Zarzuela para limpiar suelos. Trabajo a destajo.
-Te pagaré un poco más, Maripuri.
-¿Cuánto más?
-Dos euros más.
-¡Qué miseria! Con dos euros no tengo ni para toallitas limpiaculos para mi madre.
Se me encoge el corazón. Creo que voy a vender la tiara de la flor de lis para poderle subir el sueldo a mi doncella. ¡Esa es la solución! ¡Vender nuestro patrimonio! Se lo digo a mi Felipín.
-Felipe, cariño, vendamos los palacios.
-Qué dices, Leta?
-Hay que vender los palacios, Felipe. Total, a Marivent sólo vamos a que nos saquen unas fotos de familia feliz sin felicidad y en el resto de España nos sobran unas cuantas casas viejas. Hay que venderlas para pagar la Ley de la Dependencia y darles algo de dinero a los parados para que no se nos mueran de hambre.
Mi Felipín dice que no puede ser. Los Palacios son de este Estado donde sólo hay miseria para los pobres. Además Mariano Rajoy y los suyos no querrían quedar sin casonas. Pues así seguiremos: con mucho palacio y con poca comida. Los políticos del PP no tienen corazón. Son la escoria de la Humanidad Inhumana.
Estoy tan disgustada con el PP como lo está mi doncella Maripuri. La pobre sigue en su casa cuidando a su pobre madre sin ninguna ayuda por parte de la Ley de la Dependencia.
-No me dan un euro, mi Princesa. Por eso sigo viniendo por La Zarzuela para limpiar suelos. Trabajo a destajo.
-Te pagaré un poco más, Maripuri.
-¿Cuánto más?
-Dos euros más.
-¡Qué miseria! Con dos euros no tengo ni para toallitas limpiaculos para mi madre.
Se me encoge el corazón. Creo que voy a vender la tiara de la flor de lis para poderle subir el sueldo a mi doncella. ¡Esa es la solución! ¡Vender nuestro patrimonio! Se lo digo a mi Felipín.
-Felipe, cariño, vendamos los palacios.
-Qué dices, Leta?
-Hay que vender los palacios, Felipe. Total, a Marivent sólo vamos a que nos saquen unas fotos de familia feliz sin felicidad y en el resto de España nos sobran unas cuantas casas viejas. Hay que venderlas para pagar la Ley de la Dependencia y darles algo de dinero a los parados para que no se nos mueran de hambre.
Mi Felipín dice que no puede ser. Los Palacios son de este Estado donde sólo hay miseria para los pobres. Además Mariano Rajoy y los suyos no querrían quedar sin casonas. Pues así seguiremos: con mucho palacio y con poca comida. Los políticos del PP no tienen corazón. Son la escoria de la Humanidad Inhumana.
2 comments:
La Sanidad está muy mal. Tienes razón, Princesa.
No nos dices qué te han parecido las Olimpiadas
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